Un AOVE especial, Aceites Únicos de Jaén

Si el aceite de Oliva es junto con el jamón ibérico el producto que mejor define la calidad, la riqueza y la sutileza de nuestra gastronomía. La dehesa y el olivar son los dos paisajes que sustentan estas joyas. Mientras que el mejor jamón brota de Extremadura y la Sierra de Aracena en Huelva, Jaén es la capital mundial del aceite de oliva, ya que más de la mitad de la producción del globo se concentra en esta provincia, al sur de Despeñaperros. La familia Hidalgo Guerrero, lleva más de dos siglos dedicándose al cultivo tradicional del olivar y a la producción del mejor AOVE posible: Aceites Únicos.

Por Daniel Camiroaga

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AU no son únicamente las iniciales de Aceites Únicos, sino el símbolo del mineral más codiciado en la tabla periódica de los elementos. Los hermanos Julio y Mariano mantienen la tradición familiar con el olivar. Desde Castellar, un pueblo ubicado en el corazón de la provincia de Jaén, la cultura del aceite es parte consustancial de la existencia de sus gentes desde siempre. Sus olivos centenarios siguen produciendo la misma calidad inmejorable de aceitunas de la variedad picual, de la que gracias a la mejora tecnológica siguen produciendo el “oro líquido” de la mejor calidad.

Aunque también producen aove de las variedades arbequina y hojiblanca, la mayor parte de la producción proviene de la aceituna picual, cuya versión de más calidad procede del primer prensado en frío y se envasa en latas que simulan lingotes de oro. Otra alusión la calidad y al nombre que les da entidad. Este aceite procede de aceitunas recogidas entre noviembre y diciembre cuando se produce el momento óptimo de maduración. Su característico color verde frutado y sabor fresco a tomatera y manzana, deja entrever un amargor perceptible y ligero picor final.

El Aceite Único Gran Selección, se envasa también en botella de cristal oscuro que evita oxidaciones e incorpora un dosificador para servirlo mejor.