Rubble, el gato más longevo del mundo, ha fallecido a la edad de 31 años, que equivale a 150 años en humanos y es el doble de lo que normalmente duran estos animales domésticos. Lo ha comunicado su dueña, Michele Heritage, a través de las redes sociales.
Michele ha tenido la oportunidad de estar con él desde que ella tenía 20 años. Fue el regalo de ese cumpleaños y a sus 52 años ha tenido que despedirse de su mascota. "Fue un increíble compañero con el que tuve el placer de vivir por mucho tiempo. Al final estaba ya muy viejo. Siempre lo tratamos como un niño", ha reconocido a 'The Sun'.
El gato de raza Maine Coon se había convertido en el más viejo del mundo en mayo de 2019 al alcanzar los 31 años de edad. "No tenía problemas específicos de salud, pero murió de viejo. Adelgazó mucho y un día cruzó la calle y no volvió", ha apuntado su dueña.
“Habría cumplido 32 años el próximo año, así que fue un gran logro. Fue un compañero increíble con el que tuve el placer de vivir durante mucho tiempo”, contó la mujer, que atribuyó su increíble longevidad al cuidado que le proporcionó por no tener hijos a cargo.
